Ya van dos amigas que recogen el guante. Gracias, Bego! Creo que es imposible encontrarse de verdad con otro ser humano, mucho más imposible si se trata de un niño o un joven, sin la capacidad de soñar. Quiero atreverme a soñar ahora un poco. Soñar en lo que puede llegar a convertirse si se atreve a desarrollar todas sus potencialidades más allá de temores, comodidades y convencionalismos sociales. Soñar en lo pleno que puede llegar a vivir si no renuncia a ser quien es ni a encontrar su sitio en el mundo. Soñarle más allá de los límites y las dificultades, los fracasos y las equivocaciones. Las suyas y las nuestras. Porque soñarle es confiar en sus posibilidades. Quien no sueña, no puede creer mucho. Y, quien no cree en alguien, no apuesta por él ni pone medios. Por tanto, soñarle y quererle y apostar por él. Tal cual es. Con realismo, pero también con amor (y, por qué no, con cierta dosis de utopía, ¿tal vez incompatible con el realismo en estado puro?). Aunque nunca quiera o nunca s...
(o proponer sin tregua camelias sobre musgo)