Yo creo que a los profesores nos iría mejor si dedicáramos tiempo a auto - evaluarnos de vez en cuando. Pero la verdad es que nos cuesta hacer cosas tan in - útiles . Con bastante gracia, Joan Vaello nos habla en su magnífico libro “El profesor emocionalmente competente” de la existencia entre nosotros de los llamados “profesores – manguera”. Se trata de aquellos que “desde una posición de superioridad, piensan que lo hacen muy bien, que ya saben demasiado y que nadie tiene nada que enseñarles, despreciando cualquier aportación ajena” . También es cierto que a su lado, compartiendo el mismo trabajo y peleando por el mismo proyecto educativo, están los “profesores - esponja”, esos que desde el reconocimiento de que no lo saben todo y de que les queda un largo camino por delante, se dejan la piel buscando formación (siempre me acuerdo de Jose Manuel, cuando se despedía de mí en junio pidiéndome algo bueno para leer ese verano). Pues bien, hay tantos “profesores – manguera”,...