Me voy haciendo mayor. Me doy cuenta porque voy diciendo la expresión "vuelvo a casa", referida a cada vez más cosas: Bilbao, Madrid, Jesús - María, Deusto... Precisamente desde el Instituto Deusto de Drogodependencias me invitaron a cerrar la jornada de trabajo del lunes pasado, en la que presentaban el Manual de Buenas Prácticas para la prevención en la escuela. La antigua Filmoteca, en la que acumulé algunas horas de ausencia a clase, es ahora la Sala Gárate, en la que tuvo lugar el encuentro. Volver a casa es una suerte de las más grandes. Primero, porque conecta con una parte de tu pasado que explica algunos presentes. Y volver a la casa donde aprendiste te da ocasión de volver a aprender. En este caso, del trabajo de Etorkintza y de tantas personas que se acercan a la escuela para contribuir con su esfuerzo al bien en el que se empeñan las personas de bien. Juntos compartimos que los profesores deben ser buenos modelos de referencia, y que los profesores excelente...
(o proponer sin tregua camelias sobre musgo)