Últimamente, cuando te acercas a la puerta de un colegio, no sabes a dónde mirar. Si al cartel que anuncia que son un centro bilingüe, o al que proclama que son un centro medio-ambientalmente sostenible, al que dice que es un centro comprometido con la competencia digital en educación, al que explica que el centro está dotado de unidades de acompañamiento y orientación o al diploma que le dieron por ser un centro que cuida el bienestar emocional de los alumnos. ¿Qué tal si quitamos todos carteles y ponemos uno que diga: "aquí enseñamos bien (y a todos y a todas)"?
(o proponer sin tregua camelias sobre musgo)