Esto no se resuelve con un deberes sí - deberes no. Sino con un no a los deberes - castigo ("como no habéis hecho nada, para mañana los problemas 6 a 25 de la página 136"), con un no a los deberes - horas-extra ("o trabajáis en casa o no acabamos el programa"), con un no a los deberes - mi-asignatura-es-la-mas-importante ("las matemáticas no se aprenden si no les dedicáis un rato diario de trabajo en casa"). Y con un si a los deberes -qué-ganas-tengo-de-llegar-a-casa, que son aquellos en los que cada alumno dedica ratos de su tiempo a leer ("si así es lo que hemos leído en clase, cómo será la novela entera"), a trastear en internet tratando de averiguar quién era quien en la Segunda Guerra Mundial, o a pintar con los rotus que le trajeron los Reyes (¿por qué nunca tienen deberes de Plástica o de Tecnología?).
Manuel Moreno Mauricio viajó a la URSS después de salir de la cárcel de Burgos, donde Franco lo encerró para doblegar su voluntad a base de frío. Lo cuenta Enric Juliana en "Aquí no hemos venido a estudiar", una de esas obras sencillas que le ayudan a uno a entender el mundo. Manuel Moreno sabía que aquel mundo no funcionaba bien, pero era su mundo: era su "esfera". Toda persona humana vive en el interior de una esfera: puede ser inmensa como la cristiandad, puede ser grande y tensa como el movimiento comunista internacional, puede ser intensa como una pequeña nación, puede ser la familia, puede ser el Fútbol Club Barcelona o el Real Madrid, pueden ser los "amigos" de facebook, los seguidores y los trolls de Twitter, pueden ser los seguidores de Instagram, puede ser la saga Star Wars, puede ser un amigo imaginario... Siempre habitamos en el interior de una esfera. Eso pienso yo, también. Por eso creo que lo mejor que podemos dar a los demás es perspectiva....
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