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Mostrando entradas de julio, 2015

Cuando es verdadera, a la voz humana no hay quien la pare

David Gaspar, @davidovichdavid en twitter, vino a León desde Zaragoza para llevarnos de viaje al interior de nosotros mismos. No teníamos ni idea de por dónde se iba, porque la mayoría de nosotros no habíamos ido nunca. Nadie saca tiempo para esos viajes cuando tiene tanto que hacer. Cuidó el silencio. Moduló la voz, ahora más alto, ahora bajito, ahora susurrando. Acompañó las palabras con el movimiento de sus manos, y como sabía que todos nos vamos detrás de las personas que cuentan historias, nos contó un cuento de Eduardo Galeano (¿por qué Eduardo Galeano no es de lectura habitual en la escuela? ¿puede un maestro ser maestro y no ser sensible? ¿puede un maestro sensible no leer a Galeano? -perdonad la digresión, son preguntas que me hago...). Decía Galeano que a la voz humana, cuando es verdadera, cuando nace de la necesidad de decir, no hay quien la pare. Si le niegan la boca, ella habla por las manos, o por los ojos, o por los poros, o por dónde sea. Porque todos, toditos, ten

La escuela es un lugar para la felicidad

Estad siempre alegres en el Señor. Os lo repito, estad alegres. Esto les dijo Pablo, el de Tarso, el apóstol 12+1, el del caballo, a los cristianos de la ciudad de Filipo. ¿Por qué Pablo fue tan insistente? Caben varias hipótesis: a) porque los filipenses eran cortitos. b) porque, habitualmente, cuando estaba entre los filipenses y hablaba con ellos, siempre había uno que decía: Pablo, ¿puedes repetir? c) porque a Pablo se le había corrido la tinta con la que lo había escrito la primera vez, y no llevaba a mano el típex. d) porque la idea era tan importante, y estaba colocada tan al principio de la hoja, que temía que si no la decía dos veces, a los lectores les pasara desapercibida. A ver si sabéis cuál es la correcta. Descartamos la a), porque no sabemos cómo eran los filipenses, y porque eso es un juicio de valor, y hemos quedado en que los juicios se dejan para los juzgados, y en la escuela nos dedicamos a crear. Descartamos la b), porque carecemos de fuentes para