Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de 2010

Educar a medias

Tenía yo ganas de ver cómo transita por el Constitucional el absurdo recurso de cuatro idiotas del Opus contra la Educación para la Ciudadanía. Y por si aún hubiera alguno que pensara que lo de educar a los hijos es cuestión de uno, y que elijo el Colegio como quien elige un restaurante, ahí está la Abogacía del Estado diciendo cosas la mar de interesantes, como que de la Constitución no resulta que la educación o las virtudes cívicas deban considerarse monopolio de los padres . Bien dicho.

Calidad en la escuela

Los que entendemos que no hay camino de vuelta lo hacemos muy mal, porque para convencer a los demás de que hace falta calidad en la escuela utilizamos argumentos que no convencen. Y nos contestan: ¿más papeles? ; o: ¿y para qué queremos la Q de plata? . Mejor empezar, entonces, por donde dice Adela Cortina .

educar en (pequeños) valores (del corazón)

Como casi todo, el follón de los controladores aéreos termina mirando a la escuela. He oído decir que a estas personas nadie les enseñó lo que es la responsabilidad. Y el Vicepresidente del Gobierno ha sido más explícito al señalar que estas personas no son conscientes de la grave irresponsabilidad en la que han incurrido. Dejando a un lado que habría que mirar también en qué otros valores educó el resto de la tribu (la familia, la calle y la tele), lo cierto es que ya no hay escuela, ni pública ni concertada ni privada, que no diga que educa en valores. El asunto es saber en cuáles. Porque los grandes valores, la libertad, la igualdad o la solidaridad, están muy bien para el Título Preliminar de la Constitución, o para su preámbulo (seguro que preámbulo es, empatada con catastro, una de las tres palabras más feas del castellano), pero luego nadie se los cree. Y para empezar el día uno necesita ternura, para levantarse de la cama, confianza en que nadie de su equipo se la va a jugar,

un MIR para maestros y profesores

Me levanto contento esta mañana, porque veo en el periódico que el Vicepresidente del Gobierno manifiesta estar convencido de que los maestros son el núcleo del sistema educativo, y que habría que pensar en un sistema parecido al MIR para acceder a la profesión docente . Ojalá que esto avive el debate en los próximos días, y que se hable de educación, y de maestros.

Uno con clase

Yo cambiaría la expresión: un maestro no es uno de que da clase, sino uno con clase. Manuel Vicent escribía hace unos meses un artículo precioso en El País en el que explicaba lo que es una persona con clase. Me lo estudié de memoria. Decía que la clase es esa secreta seducción (ya he dicho un montón de veces que le falta seducción a la escuela) que emiten algunas personas a través de su forma natural de ser y de estar. La clase le nace a uno de su belleza moral, que desde el interior determina todo lo que hace, haciendo que cumpla con su deber por ser su deber, sin darle más importancia. A las personas con clase las percibimos en un discreto segundo plano, siempre pendientes de los demás, alejados de las formas agresivas, como si la educación se la hubiera dado el aire que respiran. Y encima les sienta bien la ropa.

La cigüeña

Llevo un tiempo ocupado en intentar encontrar el sentido de mis pasos. Y leo cosas que me ayuden en la tarea. Una de ellas me llevó al lugar alque siempre llego: los maestros, el aula. Ya dije una vez que un profesor tiene que ser, necesariamente, un narrador, porque las personas necesitamos escuchar historias. Pues leí que había un hombre que vivía en una casa, junto a un estanque. Una noche le despierta un gran ruido y se interna en la oscuridad para encontrar su causa. Va en una dirección, en otra, y tras pasar por numerosas vicisitudes termina por perderse. Se cae en una zanja, camina por un terreno pedregoso, tiene que levantar un dique porque el estanque se ha roto y se escapan los peces, y por fin, agotado, regresa a su casa. Pero cuando a la mañana siguiente mira a través de su ventana, ¿qué es lo que ve? Que el rastro que ha ido dejando en ese peregrinar sin retorno ha trazado en la arena el pefil nítido y exacto de una cigüeña. Eso es contar un cuento, hacer ver esa cigüeña i

Una escuela (Sudáfrica)

¿Y si la escuela fuera el lugar donde escapar de la barbarie, para que los niños fuesen con el tiempo dignos herederos de todas las épocas que nos han familiarizado con la rotación de los cultivos, Napoleón, Pompeya, los rebaños de ciervos que pueblan las heladas extensiones allá lejos, la anómala expansión del agua, los siete días que duró la Creación, las comedias inmortales de Shakespeare, las progresiones aritméticas y geométricas, las claves mayor y menor, el niño que metió el dedo en el arroyo, Rumpelstilskin, el milagro de los panes y los peces, las leyes de la perspectiva y muchas cosas más ? Tomado de J.M. Coetzee En medio de ninguna parte, 1977

maria y la exigencia

Una asignatura maria es la que se aprueba por debajo de la pata. Hay asignaturas maria que lo son en todos los sitios, de manera que si la suspende, un alumno se convierte en un marciano. Y otras que lo son según dónde. En estos casos se dice, por ejemplo, en el Instituto Agapito Cienfuegos de Leganés, Sociales de 4º es una maría . Hay centros que convierten sus asignaturas en marias y luego culpan al sistema, que no da más de 35 horas para impartirla. Lo más fácil, para los colegios, y para la birria de programas de configuración de horarios que tenemos, es organizarla sobre la base de una hora a la semana. Pero también se puede organizar en 7 días, a razón de cinco horas al día. A lo mejor alguno de vosotros ha hecho un curso inolvidable, fantástico, de lo que sea, de cinco días a razón de siete horas al día, que son 35. ¿Lo llamaríais maria ? También hay profesores que convierten sus asignaturas en maría porque, duren 35, 70 o 105 horas al año, no exigen nada, y l

historias de compasión

Hablamos demasiado los maestros, y nos olvidamos de que muchos niños y adolescentes solo tienen oídos para las historias. El maestro y el profesor deben recuperar su perfil de contadores de relatos. Thomas L. Friedman trae hoy a las páginas de El País uno que deberíamos llevar a las aulas. Es una historia de pasión y compasión.

Las competencias del profesor: discreción (2)

La web wikileaks difunde los secretos del Pentágono sobre Afganistán ESPÍAS PAQUISTANÍES PLANIFICAN CON LOS TALIBANES ATAQUES A LA OTAN La Casa Blanca investiga la filtración de más de 90000 documentos Para filtrar 90000 documentos a la prensa tienes que sostener, con cargo a los presupuestos de la organización, un Negociado de Filtraciones. Para filtrar 90000 documentos a la prensa tienes que ser capaz de mantener, dentro de tu organización, dos sistemas paralelos de comunicación interna y dos sistemas paralelos de comunicación externa. De esos cuatro sistemas, dos aparecen en el mapa de procesos, y los otros dos, no. Para filtrar 90000 documentos a la prensa tienes que ser un indiscreto. Los ministros juran, o prometen, guardar en secreto las deliberaciones del Consejo. Eso es por discreción. Y los miembros de los Equipos Directivos de los Colegios no están sujetos por juramento ni promesa alguna. ¿Y si lo pensamos?

Trabajar en equipo (o hacer el ganso)

Los compañeros del Colegio Jesús - María de San Agustín, en Orihuela, formulan de esta manera tan bonita lo de trabajar en equipo. Es lo que tiene haber nacido, o vivir, en el mismo lugar que Miguel Hernández, que todo lo que imaginas lo dices bonito. Los gansos vuelan formando una V porque cada pájaro bate sus alas produciendo un movimiento en el aire que ayuda al ganso que va detrás de él. Cada vez que el ganso se sale de la formación se da cuenta de la dificultad de volar sólo. De inmediato se incorpora a la fila para beneficiarse del poder del compañero que va delante. Cuando el ganso que va en cabeza se cansa, se pasa a uno de los puestos de atrás y otro ganso o gansa toma su lugar. Los gansos que van detrás estimulan a los que van delante para mantener la velocidad. Cuando una gansa o ganso enferma o queda herida, dos de sus compañeras se salen de la formación y la siguen para ayudarla o protegerla. Se quedan con ella hasta que esté nuevamen

Competencias humanas del profesor: trabajar en equipo

Aunque no os guste la Fórmula 1, seguro que no os es ajena la escena de un repostaje. Se llama así, o parada en boxes. Y repostar es solo una de las tareas que se hacen. Además, se cambian las cuatro ruedas, y se limpian las entradas de aire. De entrada, seis tareas, a las que hay que sumar la de dar seguridad al conjunto completo de personas que las llevarán a cabo, y la de dar la salida al conductor una vez que todos los demás han terminado su trabajo. Y todo eso lo hacen veinte personas, en seis metros cuadrados, en siete segundos. Es la imagen con la que yo identifico el trabajo en equipo. Las Universidades se pasean por nuestros centros reclamando la atención de nuestros alumnos y alumnas. Dicen que, en ellas, nuestros estudiantes van a aprender a trabajar en equipo. Cómo ha cambiado la Universidad. Lo mío, y lo de muchos de los míos, fue un puro esfuerzo personal. De mí conmigo. En cualquier caso, es tranquilizador, porque habremos d

siguiendo con lo del éxito personal...

Es la jugada clave de la final. Casillas le para a Robben un balón imposible. Os traigo esta imagen, estos cuatro segundos de vida de tanta gente porque, a mi juicio, resumen todo lo que se necesita para triunfar, para ser feliz, para tener éxito, llamadlo como queráis. ¿Por qué gana Casillas a Robben?: 1) porque está bien colocado. Porque las cosas que le pasan le pillan en su sitio. 2) porque hace bien todo lo que está en tu mano: esperar a que llegue este torpedo naranja, pensar en que le conozco y sé lo que puede intentar, tomar una decisión sobre lo que hacer, tirarse hacia la izquierda para que tire a la derecha, estirar la pierna,... 3) Y tener suerte. Eso es el éxito: estar donde tienes que estar, hacer bien todo lo que puedes hacer, y tener suerte. ¿No?

¿Héroes?

¿Por qué a cada uno la vida le va de una manera? ¿Es verdad que todos y cada uno podemos llegar adónde nos propongamos? La victoria de España en el Mundial ha hecho correr ríos de tinta. Y Belén Altuna reflexiona acerca de los apelativos que hemos dedicado a los futbolistas. "Héroes" los llaman algunos, o "fueras de serie". ¿Será verdad? Nos trae las ideas de Galdwell, sociólogo y periodista, que subrayaba que el éxito personal es cosa también de contar con apoyos, en casa y en las instituciones, como por ejemplo la escuela. Y pedía menos vacaciones de verano. No está mal la idea.

El síndrome Belén Esteban

Decía que una de las competencias humanas que definen a un maestro de hoy es la de saber mantener el equilibrio en tiempos de nerviosismo, saliendo reforzado en la propia vocación. Una de las circunstancias que ponen a prueba nuestro equilibrio es el debilitamiento de la autoridad. Y de eso hemos hablado en este espacio. Otra es la entronización de la ignorancia. A través del correo electrónico me llegó esta carta de una compañera que explica muy bien lo que digo. Como profesora, las preguntas de los alumnos que más me cuesta responder convincentemente son sobre porqué hay que estudiar cosas que a ellos les parecen inútiles o absurdas, como la Historia o la Geografía. Yo tengo claro qué me aportan a mí, pero de todas las razones que hay para estudiar estas cosas, yo les hago hincapié en lo necesarias que son estas disciplinas para comprender el mundo en el que viven: las coordenadas de espacio y tiempo, que al fin y al cabo son las que tratan la Geografía y l

El paradigma del maestro: una persona recia

No es fácil hoy trabajar en el aula: la presión de los padres, la infravaloración de nuestros esfuerzos, los otros roles que debemos jugar, además del de maestro/a o profesor/a. Y hay que ser competente en la navegación complicada si no queremos naufragar. El naufragio tiene muchos nombres, pero los de estrés, ansiedad o depresión están singularmente vinculados a la profesión docente. Hay que ser fuertes mentalmente. Y hay que entrenarse para poder hacerlo. Las dificultades, al menos las dificultades que podríamos llamar corrientes, las que cada día nos encontramos en el aula, o en el recibidor de visitas, obligan a corregir el rumbo, a tomar decisiones sobre la marcha (como Gaudí, el de la foto) estimulan la creatividad y activan nuestros recursos. Y no pueden, en ningún caso, obligarnos a desistir. Eso se entrena. Alvaro Marchesi, en un estudio de la Fundación SM (2008) sobre la situación de los profesores noveles, lo dice así: los profesores han de mantener un difícil equilibrio afe

En verano, bicicletas.

Son las horas previas a la semifinal del Mundial, y me afano en la lectura de un artículo en El País acerca de la asignatura Educación para la ciudadanía. Interesante por varias razones. Primero, porque dejaba caer la pregunta acerca de si educar en valores es cosa de la familia, de la escuela, o de los dos. Los padres que objetaban que sus hijos cursaran EpC, a instancias de la Iglesia o del PP, eran los que decían que la educación en valores es cosa de casa. Aunque, paradójicamente, eligen la enseñanza en centros de la Iglesia porque estos educan en valores. Vaya lío. Segundo, porque planteaba el apasionante problema de las asignaturas maría, del que prometo disertar en días próximos. Lo terrible venía al final, al pie de la página, fuera del artículo: las páginas de Educación dejarán de publicarse durante las vacaciones veraniegas. Se reanudarán en septiembre. Así que supongo que todo lo que vaya saliendo sobre Educación en estos dos meses, que por supuesto no tendrá el más mínimo

Cambiar. O morir (de risa)

A mi amiga Garbiñe, coordinadora de la ESO, le llevan los demonios cuando ve que las personas de su equipo de profesores no abren cada mañana la plataforma digital en la que ella cuelga los avisos, las noticias, y todo aquello que hace fácil el trabajo de los demás. A ella le digo que los profesores y las profesoras somos como las águilas. Para vivir 70 años tienen que tomar una decisión drástica a los 40: vuelan muy alto, se separan del mundo 150 días, rompen su pico, inútil ya, contra las rocas, para que crezca en su lugar uno nuevo, cambian sus uñas, mudan sus plumas... sólo entonces está en condiciones de afrontar el resto de su vida. Y que se ría un poco viendo el video, que no es a ella a la primera que le pasa.

Enséñame a mirar

El niño se encontró con el mar, que no había visto nunca, después de haber andado cien kilómetros de la mano de su padre. No podía dejar de mirar aquella masa azul, y gris, que abarcaba todo el campo de visión de sus ojos. - Enséñame a mirar. Y el padre des cubrió así su vocación. Yo también educo por necesidad

el placer de leer

De los libros que leí en el Instituto no guardo ningún buen recuerdo. Sobre todo de aquel "Tiempo de silencio", de Luis Martín Santos, que no conseguí entender. Desde entonces he opinado que los curriculum de Literatura los ideaba el enemigo. Tengo que decir que tampoco yo sé cuál es la solución, ni cómo se hace para que los adolescentes descubran placer en la lectura. Hace unos meses, cuando leían "Si esto es un hombre", de Primo Levi, se quejaban de que era un rollo, porque tenía mazo palabras en alemán. Rosa Montero resume bien en este artículo esa desazón.

menos programa y más maestro

Cuenta Fernando Savater que un filósofo inglés del siglo pasado, de apellido Oakeshott, escribió lo siguiente: lo único indispensable para la escuela es que haya maestros; el actual énfasis en todo tipo de aparatos (no solo en el "aparato" de la enseñanza) destruye casi por completo la escuela. Y aunque parece una frase dicha a cuenta de la entrada en las aulas de 5º de los pequeños P.C., s, la dijo en 1972, cuando los peces eran solo los de colores. Casi siempre que se habla de reformas en educación, acabamos hablando del curriculum, del dichoso programa: quita esto y pon aquello, para tí el 45% del temario y para mí el otro 55%, que resulta que hay un problema en la sociedad, pues inventamos una asignatura para la escuela. Y del profesor, ¿qué?. Del profesor poco. Anda el ministro Gabilondo empeñado en que el PP se avenga a un pacto de Estado sobre Educación , y no lo va a conseguir, me parece. El PP no le va a dar al PSOE ni media para que luego éste se apunte el tanto de

Gaizka Toquero

No voy a explicar por qué Gaizka Toquero es mejor futbolista que Cristiano Ronaldo, porque sabiendo como sabéis que soy de Bilbao y socio del Athletic, los comentarios serían del tipo "es divertido pero te ciega la pasión", o cosas así. Voy a explicar por qué llevo a mis hijos al fútbol a ver a Toquero. Todos sabéis que hay futbolistas polivalentes, que pueden jugar en distintos puestos rindiendo a la perfección. Hay muchos jugadores polivalentes (yo le vi una vez a Eto´o jugar de portero en San Mamés). Pero está al alcance de muy pocos estar en varios sitios del campo a la vez, como hace Toquero. Y les digo a mis hijos que cuando trabajen lo hagan así, de manera que los demás, sus compañeros, estén donde estén, siempre los sientan cerca. Hay una segunda razón, que tiene que ver con el carácter. Toquero no se enfada nunca. Ni con sus compañeros cuando no le pasan ni con los contrarios cuando le dan patadas. Y así nunca se descentra, ni se despista en el trabajo, ni gasta un g

Si no cambiamos, estamos muertos

He conocido a una institución religiosa que, en contra de lo que ocurre con la jerarquía de la Iglesia hoy, lee como una oportunidad el cambio de paradigma a nivel social, político, cultural y tecnológico. La directora de uno de sus Colegios, Montserrat del Pozo, es capaz de ver oportunidades en la LOGSE, en el Plan Bolonia y en la enseñanza por competencias. Pero no ahora, que toca, sino desde que lo parió Delors hace un montón de años. Y además, Montserrat habla con pasión de educación. Dirige el col.legi Montserrat de Barcelona. Montserrat dice que un profesor debe tener claro que va a la escuela a aprender. La primera, en la frente. Y para hacer posible ese aprendizaje, primero, hay que pensar. Sobre las cosas que pasan (todas las cosas que pasan, no solo las que nos interesan), sobre la escuela, sobre la ley que regula la escuela (¿nos hemos leído alguna ley, o hablamos de oídas de la ley, y decimos que no nos gusta porque no se quién dice que es mala, o porque la he hech

La educación es la solución

A los que tenéis la sensación de que cada día nos lo jugamos todo al entrar en el aula, a los que sabéis que os dedicáis a uno de los oficios más sacrificados y más bonitos del mundo, os encantará leer esto que ha publicado hoy El País. Lo escribe Federico Mayor Zaragoza. La solución a los gravísimos desafíos que enfrentamos es más democracia, mejor democracia. Y ello exige participación activa y conocimiento profundo de la realidad, que se dan especialmente en los "educados", es decir, los que actúan en virtud de sus propias reflexiones y nunca al dictado de nadie. Educación -no me canso de repetir esta inmejorable definición de Francisco Giner de los Ríos- es "dirigir con sentido la propia vida". Tener las alas sin lastres, adherencias, adicciones, para volar a contraviento, para plantar cada día, aun en tiempo desapacible, semillas de futuro, para avizorar, vigías del mañana, el porvenir, para procurarlo menos sombrío. El artículo primero de la Constitución de

programa, programa, programa

Programa, programa, programa. No sé a qué político se lo escuché. Me parece que lo podía haber suscrito uno de derechas y uno de izquierdas. Un nacionalista de aquí o uno de allí. A veces nos complicamos la existencia. Y entonces hay que volver al programa. A leer la misión, la visión y los valores de la escuela en la que enseñas y aprendes. A leer el Manifiesto Comunista si militas en el PC. Y al Evangelio los cristianos que trabajamos en la escuela cristiana. Leer el programa conecta con la intuición primera y nos ayuda a descubrir qué simple es todo, en contraste con lo complicado que parece el día a día. Jesús tenía un programa, y estoy seguro que se lo iba entregando a los discípulos que se añadían al grupo como nosotros a los alumnos el primer día de clase. A pesar de que cuando se le ocurrió anunciarlo en el pueblo de sus padres por poco lo corren a boinazos. Subversión pura, en tres objetivos: primero, dar la buena noticia a los pobres, segundo, anunciar la libertad a los cauti

Aprender en los bares

Dice Maruja Torres que ella aprende mucho en los bares que frecuenta de la gente que allí conoce. También dice que no recuerda, de los tiempos en que era niña y estaba en edad de adquirir conocimientos, a nadie que le enseñara nada que hoy pueda recordar, ni en la casa ni en la escuela ni en la iglesia. Nada ni nadie, ni entre la tripulación ni entre el pasaje. No es malo aprender en los bares. Ni en los mercadillos . Ni en las oficinas de Correos. Yo también frecuento lugares públicos con el ansia de aprender a flor de piel . Lo terrible es no aprender en la escuela. Nada que se pueda recordar al cabo de unos años. Lo digo porque aun estamos a tiempo de corregir si algo estamos haciendo mal.

el encantador de palabras

Dice Gustavo Martín Garzo ( Noche de Reyes , El País de 3 de enero de 2010) que es inevitable, que siempre nos vamos tras los que tienen historias que contar, que los libros están llenos de personajes que se van detrás de alguien con la esperanza de escuchar de sus labios historias, como Sancho con Don Quijote, para oirle hablar de caballeros enamorados y ríos llenos de miel, porque quiere vivir en un mundo lleno de nobleza, dignidad y alegres desatinos. Tengo para mí que esa es la tarea del profesor en el aula. Tenga el discente tres años o treinta y tres. Se que hay quien dice que no, que en el aula debe reinar la razón, con un reinado como el del rey sol. Pero es que no, que la razón no es más que un principe heredero, que debe esperar pacientemente su turno, detrás de las historias que cuentan los domadores de palabras. Una vez empecé la clase de Filosofía en 2º de Bachillerato diciendo que hoy os voy a contar un cuento. A medida que leía, los cuerpos de los alumnos, sobre todo sus