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Mostrando entradas de abril, 2016

Otra de padres helicóptero

El otro día os contaba la de aquella madre que me llamó para decirme que le había llamado su hija desde Dublín para contarle un problema que yo debía de resolver desde Bilbao conectando con Irlanda, para regocijo de Telefónica. Otra madre helicóptero es la que me llamó, diez minutos más tarde de que su hijo hubiera terminado el examen de Física, para decirme que le había llamado su hijo diciendo que la cuarta pregunta era muy difícil, y para preguntarme cuántos obstáculos más íbamos a poner en su camino para hacerle cuesta arriba el aprobado. Entonces pensé en prohibir los móviles, pero pronto me di cuenta de lo vano de ese empeño, y de que los móviles no han sido nunca un problema. Sino quienes los usan mal.

Oxígeno

Mi hijo Xavi, de trece años, no lee nada. Por no leer, no lee ni los enunciados de los problemas de Matemáticas. Ni las preguntas de los exámenes lee. Cuando lo comento, la gente me mira extrañada y me dice que qué caso más extraño, siendo hijo de un profesor, y con todos los libros que tengo en casa. Entonces yo les explico que con muchos niños hemos hecho como aquellos domingueros aficionados que se piensan que para hacer un fuego basta con apilar leña y acercar una cerilla, ignorando que entre tronco y tronco tiene que haber sitio para el oxígeno. Sin oxígeno, no hay fuego. Yo le cuento historias, y él descansa en ellas, juega con ellas, se duerme con ellas. A veces me las invento, y a veces las leo. En las últimas semanas le he leído El niño con el pijama de rayas, y los martes se lo ha llevado al Instituto para seguir leyendo en clase de Lengua. Ayer por la noche llegué tarde a casa, y me estaba esperando para contarme que Bruno había entrado al campo, que Shmuel le había dad

Tres lecciones de fútbol a la escuela. Y la tercera.

Cuando leo a Sir Ken Robinson que la escuela mató la creatividad, se me cae el alma a los pies. Y cuando escucho a los profesores decir a sus compañeros más jóvenes que no se preocupen, que cada curso es igual que el anterior, se me van las fuerzas para recoger el alma que llevo arrastrando. A Antonio Conte, con el fútbol, le pasa igual. - "El que diga que el fútbol no hay nada que inventar, dice una gran tontería, lo dicen porque no tienen ganas de hacer nada". Que es lo que les pasa a esos profesores mayores de los que hablaba.