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Mostrando entradas de noviembre, 2014

Daniel, 16 años, Avilés

Me llamo Daniel. Tengo 16 años y vivo en Avilés, con mi prima Ana y con mis abuelos, De mis padres solo se que están en un sitio donde no les puedo ver. Cada cierto tiempo recibo en mi casa visitas de Asuntos Sociales. Gente que dice cosas que no entiendo, y algunas cosas que sí entiendo. Entre ellas, que dentro de dos años me las tendré que apañar yo solo. Por las mañanas leo el periódico que dejan en el pasillo del Colegio. Hoy he visto que Paul Gasol ha entrado en la historia de la NBA, al anotar no sé cuántos miles de puntos. Y pararon el partido y le dieron un premio. Me pregunto si alguna vez entraré yo en la historia. En alguna historia. La semana pasada pegué a mi abuela. Los mismos demonios que me habitaban cuando lo hice, luego no me dejaron dormir, y cuando a la mañana siguiente llegué al Colegio no podía parar de llorar, ni de gritar que quería morirme allí mismo porque había pegado a mi abuela, y mi abuela es una buena persona, y me quiere. Mi tutor se quedó conmigo todo e

Irakaslea naiz

“Vosotros siempre os laváis las manos”, le dijo una señora a la tutora de su hijo de doce años, delante de los padres y las madres de todos los demás, entre los cuales estaba yo. Y el caso es que la tutora no se había lavado las manos en nada. Solo estaba explicando que, una vez que un niño llega a 1º de la ESO, es conveniente hacer cosas que refuercen su autonomía. Por ejemplo, es más autónomo aquel chaval que se sienta a hacer deberes él solito que aquel al que sientan a hacer deberes. Y más autónomo aún es el que hace sus tareas porque es bueno repasar lo trabajado en clase, que aquel que los hace porque al día siguiente se los vaya a revisar la profesora. A mí aquella contestación me pareció una falta de respeto. Y de las gordas. Pero claro, en un país el que decir a unos agentes de la Guardia Urbana que son “una vergüenza” (que es lo que hizo Piqué) solo es falta “leve”, me entran dudas. De cualquier manera, falta de respeto o no, leve o grave, me parece que el prestigio