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Mostrando entradas de octubre, 2015

Elogio del maestro escoba

Me sorprendió que mis hijos no supieran lo que es el coche escoba en una carrera ciclista. Pero es que nunca han visto una en directo. Ni en diferido, son más de balón. El coche escoba cierra la caravana de bicicletas, motos, ambulancias y otros coches de equipos, y va recogiendo a los ciclistas que abandonan la carrera. Me han recordado a unos maestros que conocí, y que creo que merecen el honor de llamarse así: el maestro escoba. El maestro escoba recogía a los alumnos que encontraba por los pasillos porque habían sido expulsados del aula, por molestar, en cualquiera de las variables que admite la palabra molestar tratándose de clase: hablar con el compañero, levantarse a sacar punta, sacar el móvil, no hacer los deberes (¡!), enfrentarse al profesor, tirarse un pedo, etc. Los profesores no podían expulsar a los alumnos del aula. Primero, porque la ley no lo permitía, y segundo, porque disfrazaban la ley de acuerdo entre profesores y se comprometían a no hacerlo. Pero el comp