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Mostrando entradas de noviembre, 2009

A vueltas con los siglos

Dice Andreas Schleicher, este alemán que coordina para la OCDE los informes PISA y TALIS (de los que tantos hablan y tan pocos leen), que tenemos en España "alumnos del siglo XXI, con profesores del siglo XX y escuelas del siglo XIX". Son las seis de la mañana, y en lugar de volver a la cama a esperar la muerte, venga del siglo que venga, decido volver a la cocina, preparar otro café y reflexionar sobre la frase en cuestión. Vuelvo enseguida. (pausa para preparar el café) Creo que si verdaderamente fuera importante, la sociedad reservaría a los mejores para convertirlos en profesores. Y estos serían felices contagiando a otros, alumnos y profesores, su pasión por hacer del aula el sitio donde se juega en cada minuto el futuro de esa pequeña parte de la humanidad que nos ha sido confiada. Como no es así, porque en este rollo estamos muchos por casualidad, o mientras nos sale algo mejor, o porque no nos queda otros remedio, como nos hemos atornillado al método del año en que no

Ray Loriga recomienda un libro

de esos para tomarse en serio la educación, empezando por tomarse en serio lo que es un niño. A mi me ha entrado el gusanillo. Tres caminos a la escuela RAY LORIGA , El País Semanal, 08/11/2009 La educación es, o era hasta hace nada, un asunto de Estado, me gustaría recomendar encarecidamente el último libro de Ernst Jünger, Venganza tardía (Tres caminos a la escuela), a todos aquellos que tengan alguna vez la suerte de tener un niño entre las manos. Los niños son cosas muy normales que se convierten poco a poco en nosotros y a menudo, y con demasiada frecuencia, al hablar de educación tiene uno la sensación de que se está hablando de seres extraños, de gente distinta, como si no hubiésemos sido todos hace nada los mismos niños, la misma marea imprecisa, el mismo sólido argumento. Conmueve e impresiona ver al Jünger más viejo estar tan cerca de la verdadera experiencia de la infancia. Curiosamente, a lo largo de mi andadura como padre, hasta hoy, lo que más he echa