Acabo de terminar "Formas de estar lejos", de Edurne Portela.
Dice que la nieve es una forma de estar lejos de donde no quieres estar, cuando no puedes coger un avión y meter 5000 kilómetros entre quien te quiere mal y tú.
El silencio es otra forma de estar lejos, aunque la nieve y el silencio vienen a ser casi la misma cosa.
Y estar convencida de que una vale más de lo que nos dicen los que nos maltratan es otra forma más de estar lejos de ellos. Aunque estén ahí.
Luego está el lorazepam, pero no la cuento.
La novela habla de lo importante que es leer señales.
Darnos cuenta de que todo lo que ocurre ya estaba ocurriendo.
Eso no se enseña en la escuela, y hay pocos padres que lo enseñan. Nos enseñan a leer letras, pero no señales. Y así nos va, sin entender nada, que nos sorprende lo que nos pasa y lo que no pasa.
Cuando, de haber mirado, de haber cogido perspectiva, de haber guardado silencio, de haber estado a la distancia justa, habríamos visto y oído.
Dice que la nieve es una forma de estar lejos de donde no quieres estar, cuando no puedes coger un avión y meter 5000 kilómetros entre quien te quiere mal y tú.
El silencio es otra forma de estar lejos, aunque la nieve y el silencio vienen a ser casi la misma cosa.
Y estar convencida de que una vale más de lo que nos dicen los que nos maltratan es otra forma más de estar lejos de ellos. Aunque estén ahí.
Luego está el lorazepam, pero no la cuento.
La novela habla de lo importante que es leer señales.
Darnos cuenta de que todo lo que ocurre ya estaba ocurriendo.
Eso no se enseña en la escuela, y hay pocos padres que lo enseñan. Nos enseñan a leer letras, pero no señales. Y así nos va, sin entender nada, que nos sorprende lo que nos pasa y lo que no pasa.
Cuando, de haber mirado, de haber cogido perspectiva, de haber guardado silencio, de haber estado a la distancia justa, habríamos visto y oído.
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