Ir al contenido principal

Dos orejas y una boca

Llevo una temporada pensando que escuchar es más importante que hablar. Si atendemos al número de orejas y de bocas que tenemos las personas, el doble de importante.

Para llegar a esta conclusión he tenido que desaprender bastante. Durante el tiempo que fui director de la escuela, sentí como si la gente estuviera pendiente de lo que decía, y también tuve la sensación de que tenía algo que decir sobre cualquier asunto relacionado con el Colegio. Y hablé y escribí demasiado. Y de demasiadas cosas. Dos errores. No uno. Dos. Que se me pegaron al cuerpo y me acompañaron también cuando salía del Colegio.

Joserra Mandiola me recomendó un libro en el que he encontrado (gracias, Joserra!!) una razón por la que es más importante (el doble, hemos quedado) escuchar que hablar: "la exactitud de nuestras percepciones influye directamente sobre la sensibilidad de nuestras respuestas", dice Arthur Ciaramicoli en "El poder de la empatía" (Javier Vergara Ediciones, Buenos Aires, 2000).

A lo mejor doy tanto valor a este argumento porque creo que, por delante del rigor y de la precisión, a las palabras de los directores y de los maestros, e igual a las palabras de todas las personas, hay que pedirles sensibilidad.


Comentarios

Entradas populares de este blog

Medidas de vigilancia

Me escribe Laura y me dice que le ha dicho el inspector que, una vez que se incorpore de nuevo al centro el alumno al que sancionaron con varios días de suspensión del derecho de asistencia a clase, tendrán que implementar medidas de vigilancia, para evitar situaciones susceptibles de ser catalogadas como bullying. Medidas de vigilancia... ¿Os imagináis que cuando estudiabais Magisterio hubiera venido un profesor a explicar la "implementación, seguimiento y evaluación de medidas de vigilancia"? - Oiga, que Criminología es en el edificio en enfrente... ¿Os imagináis que cambiamos el mapa de competencias del profesor o la profesora de Secundaria para incorporar la competencia de vigilar seriamente, que no existe? ¿Con sus evidencias y todo? Evidencia 1: sabe camuflarse en medio de la multitud de alumnos y alumnas, pareciendo uno de ellos. Evidencia 2: utiliza recursos técnicos que adquiere en "la tienda del espía" o a través de páginas web rusas o armenias. ... Y así ...

En Burgos, Saldaña. ¿Dónde mejor?

¿Os imagináis un Colegio desde el que, con el paisaje de fondo de las torres de la Catedral, enseñen a los niños a vivir y a convivir y a disfrutar aprendiendo, con vocación y profesionalidad de las de enmarcar? Pues eso es el Colegio La Visitación de Nuestra Señora. El Colegio "Saldaña" de toda la vida. En Burgos, claro. El pasado miércoles iba yo hasta allá con la idea de aprovechar la visita para comer unas morcillitas en la capital gastronómica española 2013, y me encontré con cuarenta y tantos profesores empeñados, desde el primer día de clase del año nuevo, en ser mejores profesionales cada día, haciendo de cada alumno el centro de sus preocupaciones. Y con un Equipo Directivo que para sí quisiera el BBVA. Volví a mi casa con las pilas cargadas de ilusión, y con ganas de volver. Por las morcillas, también. Pero sobre todo, por ellos.

Aquí enseñamos bien

Últimamente, cuando te acercas a la puerta de un colegio, no sabes a dónde mirar. Si al cartel que anuncia que son un centro bilingüe, o al que proclama que son un centro medio-ambientalmente sostenible, al que dice que es un centro comprometido con la competencia digital en educación, al que explica que el centro está dotado de unidades de acompañamiento y orientación o al diploma que le dieron por ser un centro que cuida el bienestar emocional de los alumnos. ¿Qué tal si quitamos todos carteles y ponemos uno que diga: "aquí enseñamos bien de verdad (y a todos y a todas)"?