Termina una intensa semana de trabajo. He tenido la suerte de poder estar y trabajar con 488 maestros y maestras, profesores y profesoras, de 19 colegios de las Hijas de la Caridad de la provincia de San Sebastian, hermanas y seglares.
Ellos llegaban a Aranda, a Irun, a Llodio y a El Astillero - Guarnizo, preguntandose ¿quien... (tiene las listas de 1ºA?), ¿dónde... (voy a dar Química este mes si el laboratorio está en obras?), ¿no habíamos quedado en que... (limpiábamos al almacén viejo y lo poníamos en condiciones para trabajar psicomotricidad con los peques?), ¿cuándo... (es el primer puente?), ¿cómo... (carajo quieres que esté en dos sitios a la vez los miércoles a segunda hora?, te habrás confundido en el horario...), preguntas adecuadas al lugar y circunstancia propias de comienzo de curso. Y vengo yo y les pregunto por qué se hicieron maestros (@mendigutxia #mehiceprofepor) y para qué quieren seguir siendo maestros (@mendigutxia #sigosiendoprofepara). Ellos venían estrujándose las neuronas y yo les pedía que removieran el corazón.
No siempre es fácil ajustar intereses. Y menos aún colmar expectativas. Siempre por delante el dichoso "yo esperaba..."
Pero ha salido bien, y yo he aprendido un par de cosas útiles para mi vida de ponente:
Que por mucho corazón,
ilusión,
pasión,
devoción,
y todas las cosas que se os ocurran acabadas en ón,
que pongas en la exposición
(que también acaba en on),
si no pones unas viñetas,
no suena igual la canción.
Que el primer día después de vacaciones
hay que dejar que la gente
se dé besos y achuchones,
y dejarle de canciones.
Hemos trabajado como maestros. Con maestría. Y ahora andamos por ahí, paseando por la Playa de El Sardinero o de La Concha, o por las calles viejas de Rioseco, o dando vueltas por el Campo Volantín, a la orilla de la ría, o por La Florida o por el Paseo de El Espolón, rumiando ideas y cogiendo el oxígeno para que nada ni nadie pueda apagarnos el fuego.
Por los menos hasta junio.
Y luego más.
Suerte a todos y a todas.
Ellos llegaban a Aranda, a Irun, a Llodio y a El Astillero - Guarnizo, preguntandose ¿quien... (tiene las listas de 1ºA?), ¿dónde... (voy a dar Química este mes si el laboratorio está en obras?), ¿no habíamos quedado en que... (limpiábamos al almacén viejo y lo poníamos en condiciones para trabajar psicomotricidad con los peques?), ¿cuándo... (es el primer puente?), ¿cómo... (carajo quieres que esté en dos sitios a la vez los miércoles a segunda hora?, te habrás confundido en el horario...), preguntas adecuadas al lugar y circunstancia propias de comienzo de curso. Y vengo yo y les pregunto por qué se hicieron maestros (@mendigutxia #mehiceprofepor) y para qué quieren seguir siendo maestros (@mendigutxia #sigosiendoprofepara). Ellos venían estrujándose las neuronas y yo les pedía que removieran el corazón.
No siempre es fácil ajustar intereses. Y menos aún colmar expectativas. Siempre por delante el dichoso "yo esperaba..."
Pero ha salido bien, y yo he aprendido un par de cosas útiles para mi vida de ponente:
Que por mucho corazón,
ilusión,
pasión,
devoción,
y todas las cosas que se os ocurran acabadas en ón,
que pongas en la exposición
(que también acaba en on),
si no pones unas viñetas,
no suena igual la canción.
Que el primer día después de vacaciones
hay que dejar que la gente
se dé besos y achuchones,
y dejarle de canciones.
Hemos trabajado como maestros. Con maestría. Y ahora andamos por ahí, paseando por la Playa de El Sardinero o de La Concha, o por las calles viejas de Rioseco, o dando vueltas por el Campo Volantín, a la orilla de la ría, o por La Florida o por el Paseo de El Espolón, rumiando ideas y cogiendo el oxígeno para que nada ni nadie pueda apagarnos el fuego.
Por los menos hasta junio.
Y luego más.
Suerte a todos y a todas.
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