Lo primero que hay que hay que hacer para que una reunión dure lo que tiene que durar (lo que pone en el papel de la convocatoria, y que nunca puede exceder de la hora y media) es prepararla.
Leerse el orden del día (si no hay para qué, ¿para qué nos reunimos?)
Leer la documentación, si la hay.
Pensar en el tema que se propone, si no hay documentación.
Pedir aclaraciones a quien convoca, si algo no se entiende.
Pensar en cómo decir lo que quieres decir tardando lo menos posible, y con palabras que todos puedan entender (¿no hay en tu equipo una persona que, cuando acaba de hablar, siempre preguntas al de al lado para saber qué habrá querido decir?).
Si no has podido prepararla, explícalo, pide disculpas. Así la gente entenderá tu silencio (aunque os parezca increíble, hay personas que no preparan las reuniones a las que van, y luego tapan lo que no han hecho hablando más que nadie).
Leerse el orden del día (si no hay para qué, ¿para qué nos reunimos?)
Leer la documentación, si la hay.
Pensar en el tema que se propone, si no hay documentación.
Pedir aclaraciones a quien convoca, si algo no se entiende.
Pensar en cómo decir lo que quieres decir tardando lo menos posible, y con palabras que todos puedan entender (¿no hay en tu equipo una persona que, cuando acaba de hablar, siempre preguntas al de al lado para saber qué habrá querido decir?).
Si no has podido prepararla, explícalo, pide disculpas. Así la gente entenderá tu silencio (aunque os parezca increíble, hay personas que no preparan las reuniones a las que van, y luego tapan lo que no han hecho hablando más que nadie).
Comentarios
Publicar un comentario