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La importancia de no convertir una buena noticia en una mala noticia (dos)

Decía que es muy importante no convertir las buenas noticias en malas noticias, en el momento de comunicarlas a los demás.

Más, si eres director de una escuela y los demás son los padres, o los profesores.

Voy a poner otro ejemplo. Si transfieres la titularidad del Colegio a otros, conviene presentarse sonriente y en compañía de las personas a quienes cedes el timón del proyecto, que deberán presentarse ese día con una imagen tan buena como la tuya, o mejor. Deberás explicar que es un día grande porque el Colegio, que tenía ya un presente espléndido, tiene ahora, además, un futuro cuyo final no alcanzas a ver. Y tendrás que explicar que en el proceso habéis contemplado todos los contras, y hasta que no se han solucionado, no se ha firmado nada.

Tendrás que estar dispuesto a contestar cada pregunta, sin irte por peteneras en ninguna, y sin apelar al Espirítu Santo, porque el noventa por cierto de los que te escuchan no saben quién es ni de qué cosas se ocupa ese señor.

Hablar de lo triste que estás, de la pena que os da, de lo maravilloso que ha sido este tiempo compartido, de las largas noches de oración para tomar una buena decisión y de que esperas que el espíritu que la fundó viva en los muros de la escuela por muchos años, traslada a los demás, que te escuchan con el gesto torcido, que lo que están oyendo tiene poco de bueno.

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