Ir al contenido principal

Me acuso

"Yo no estoy en allí (en la clase) para quererlos (a los alumnos) y no les pido que me quieran. Tenemos un contrato de trabajo que respetar, ni más, ni menos. Yo enseño y ellos aprenden, si quieren"

Estra frase la he oído varias veces de compañeros profesores.

Y me acuso de no haber tenido valor para decirles que abandonaran la profesión.

Comentarios

  1. Me parece una frase que no puede responder a la verdad porque cómo puede una persona prescindir por completo en el trabajo de esa parte tan importante de su humanidad, su mundo afectivo (se estaría alienando)y hacer lo mismo con las personas a las que va dirigido su trabajo, sus alumnos. Se me ocurre que es una frase de un profesor quemado quizá. O bien la frase propia de un personaje de la novela de Aldous Huxley "un mundo feliz".O tal vez se trate simplemente de alguna frase pronunciada por un sindicalista (esto último dicho con intención humorística).

    ResponderEliminar
  2. No te acuses, Pedro, que pareces Bielsa :)

    ResponderEliminar
  3. Entonar el "mea culpa" a tantos nos tocaría...pero no compensa en el "jarigüay" en el que te metes para salir con la cabeza caliente y los pies fríos.

    En la enseñanza, en la política, en lo social, en la familia.... en un momento, vale más un silencio que una discusión, cuando no se está por entender los argumentos contrarios y entrar en diálogo.

    ResponderEliminar
  4. Lo importante es darse cuenta de que no hemos hecho lo que debíamos, a partir de ahí sólo nos queda esperar a que llegue la próxima oportunidad donde actuaremos correctamente y nos sentiremos bien. Creo que ha llegado el momento de actuar, ya no sirve quedarnos callados por comodidad o por evitar problemas, hay que decir lo que pensamos y creemos, más aún en una profesión donde se trabaja con niños.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Contra el pedagogismo

Lo mejor de la entrada de la innovación en la escuela es que los maestros descubrimos que las cosas se pueden hacer mejor, y no igual que siempre. Lo peor, que muchos acabamos pensando que todo lo nuevo es bueno, y que lo anterior es malo. Estábamos perdiendo el equilibrio y tocaba recolocarse. Este ensayo de Alberto Royo ayuda a recuperar el equilibrio.  Nos recuerda que la escuela está para enseñar y que a la escuela se va a aprender: " el profesor ha de servir al conocimiento, y ser la vía de transmisión hacia el alumno ".  Dos cosas que se nos estaban olvidando, de tanto poner la felicidad en el apartado de los objetivos de la escuela, y de tanto subrayar que al maestro le toca sacar (de no se sabe qué parte de los alumnos lo que estos ya sabían pero no sabían que sabían) y no meter (en ellos, el conocimiento que no tenían). ¿Que cuánto tiene que saber un maestro? Mucho. ¿Que como tiene que transmitirlo? Muy bien. Usando la metodología que mejor se adapta a cada momento.

La era que vivimos.

Que el tiempo humano se mide en rachas, y no en años, es una evidencia. Pese a ello, muchas personas -en realidad, casi todas-, celebran el comienzo de año nuevo como si se abriera una etapa nueva en su vida, o en la de los demás. Algunos profesores y algunas profesoras, y también directores y directoras, viven el tiempo como una repetición del ciclo septiembre-junio. Siempre igual, siempre lo mismo. Vete tú a hablarles de previsión, y de planes. Yo quiero ser fiel a la realidad, y mido mi vida en rachas. Pese a ello, en cada Nochevieja tomo las uvas y beso a los míos, porque los quiero, y los veo felices.  La racha en la que estoy empezó con la pandemia, en 2020, y no es la mejor de las que he vivido. En realidad, más que una racha, tengo la sensación de estar viviendo una era. No veo su final. Pero estar, está.

Cabeza y mundo

La cabeza de los seres humanos no siempre está completamente de acuerdo con el mundo en que viven (Saramago, Ensayo sobre la lucidez, página 170). Eso explica que, tres semanas después de la tarde del 20 de agosto, Rubiales no sepa todavía qué hizo tan mal. Eso explica que, pasadas dos semanas de la Asamblea Extraordinaria de la RFEF, Luis de la Fuente siga creyendo que no hay razones para dejar de ser seleccionador. Eso explica que, mes y medio después de las elecciones del 23 de julio, Núñez Feijoo diga que lo democrático es, solo, que se deje gobernar al partido más votado. Solo son tres ejemplos de cómo cabeza de algunos y mundo de todos habitan en lugares distintos. Muchas personas piensan que las cosas son lo que no son (a lo mejor son lo que eran en el momento en el que dejaron de pensar), y eso solo puede provocar dos cosas: a ellas, que vayan por donde no hay salida, o que estén donde no les toca. Y a los demás, algo de vergüenza. Como soy maestro, concluyo que la escuela deb