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Estado de alarma, cuarto día

Tengo para mí que la escuela tiene tres compromisos. Uno, con la belleza. Otro, con la bondad. Y otro, con la verdad. Empezaré por la belleza. Es nombrarla y acordarme de Ana, que pasa estos días sola, encerrada en su piso de Tarragona, y jugando al veo, veo, con sus vecinos. Ana, como si fuera una escuela, también tiene un compromiso con la belleza. Ella, que es más bella por dentro que por fuera (que ya es decir), lleva desde los ocho años imaginando belleza, creándola, y mostrándola a quien quiera verla desde el agua de la piscina. Su compromiso con la belleza le ha llevado a reproducirla en las sonrisas, en los cuerpos y hasta en las almas de las niñas a las que entrena. Y en esta misión, Ana se ha convertido en una escuela andante, o nadante, o como se diga. Cada noche de aislamiento comparto música con ella, a ver si se me pega algo de su belleza. Y ayer le decía que una humanidad que ha sido capaz de crear composiciones tan bellas como esta de Pau Casals (el cant dels ocells) no podrá jamás ser vencida por un virus tan feo. 

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Medidas de vigilancia

Me escribe Laura y me dice que le ha dicho el inspector que, una vez que se incorpore de nuevo al centro el alumno al que sancionaron con varios días de suspensión del derecho de asistencia a clase, tendrán que implementar medidas de vigilancia, para evitar situaciones susceptibles de ser catalogadas como bullying. Medidas de vigilancia... ¿Os imagináis que cuando estudiabais Magisterio hubiera venido un profesor a explicar la "implementación, seguimiento y evaluación de medidas de vigilancia"? - Oiga, que Criminología es en el edificio en enfrente... ¿Os imagináis que cambiamos el mapa de competencias del profesor o la profesora de Secundaria para incorporar la competencia de vigilar seriamente, que no existe? ¿Con sus evidencias y todo? Evidencia 1: sabe camuflarse en medio de la multitud de alumnos y alumnas, pareciendo uno de ellos. Evidencia 2: utiliza recursos técnicos que adquiere en "la tienda del espía" o a través de páginas web rusas o armenias. ... Y así ...

En Burgos, Saldaña. ¿Dónde mejor?

¿Os imagináis un Colegio desde el que, con el paisaje de fondo de las torres de la Catedral, enseñen a los niños a vivir y a convivir y a disfrutar aprendiendo, con vocación y profesionalidad de las de enmarcar? Pues eso es el Colegio La Visitación de Nuestra Señora. El Colegio "Saldaña" de toda la vida. En Burgos, claro. El pasado miércoles iba yo hasta allá con la idea de aprovechar la visita para comer unas morcillitas en la capital gastronómica española 2013, y me encontré con cuarenta y tantos profesores empeñados, desde el primer día de clase del año nuevo, en ser mejores profesionales cada día, haciendo de cada alumno el centro de sus preocupaciones. Y con un Equipo Directivo que para sí quisiera el BBVA. Volví a mi casa con las pilas cargadas de ilusión, y con ganas de volver. Por las morcillas, también. Pero sobre todo, por ellos.

Aquí enseñamos bien

Últimamente, cuando te acercas a la puerta de un colegio, no sabes a dónde mirar. Si al cartel que anuncia que son un centro bilingüe, o al que proclama que son un centro medio-ambientalmente sostenible, al que dice que es un centro comprometido con la competencia digital en educación, al que explica que el centro está dotado de unidades de acompañamiento y orientación o al diploma que le dieron por ser un centro que cuida el bienestar emocional de los alumnos. ¿Qué tal si quitamos todos carteles y ponemos uno que diga: "aquí enseñamos bien de verdad (y a todos y a todas)"?